La batalla interna del cine español


Huele a chamusquina tras la gran pantalla. Guionistas, actores, productores y profesionales del mundo del cine se encuentran envueltos en una disputa interna. Con unos a favor y otros en contra, la orden ministerial que desarrolla las ayudas a la cinematografía de la Ley de Cine de 2007 ha sido aprobada por el Ministerio de Cultura y mientras espera a ser aprobada en Bruselas, el debate interno cobra fuerza.

Arbitraria y peligrosa para la pluralidad y diversidad del cine español. Este es uno de los argumentos del colectivo de Cineastas contra la Orden, que han decidido ayer en una asamblea aunar esfuerzos para estudiar los recursos legales con el objetivo de impugnar la orden que permitiría el desarrollo de las ayudas que la nueva Ley de Cine proclama. Para conseguirlo harán llegar un escrito hasta la Unión Europea, la cual tiene todavía que aprobar la orden, en el que dejarán constancia de las razones por las que consideran que dichas ayudas no favorecerán al desarrollo del cine e incluso citarán sus posibles contradicciones con la legislación de 2007, elaborada durante el mandato del anterior director del ICAA (Instituto de Cinematografía y las Artes Audiovisuales) Fernando Lara, ahora dirigido por Ignasi Guardans.

"Por primera vez las ayudas del ICAA se concederán en función de si una película es cara o barata y no en función de su contenido o interés para el público". Así reza el manifiesto que el colectivo de Cineastas contra la Orden ha elaborado, en el que se denuncia que las ayudas sólo favorecerán a los grandes del cine (que las necesitan menos) y provocarán que las producciones que cuentan con un menor presupuesto ("entre 600.000 y dos millones de euros") pierdan oportunidades, conduciendo irremediablemente a despidos y a la desaparición de las pequeñas productoras, que en cierta medida definen el panorama y esencia del cine español.

Las ayudas al cine aumental pero el presupuesto para la Cultura se recorta (0'51'')


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¿Firmas fantasmas?

Sin embargo, ciertas irregularidades salpican el asunto. Ya en el mes de agosto el periódico El País se puso en contacto
con dos de los firmantes del manifiesto: Isabel Coixet y Vicente Aranda, quienes aseguraron no tener constancia de la existencia de tal manifiesto y mucho menos de haberlo firmado. "A lo mejor han utilizado mi nombre porque creen que puedo estar de acuerdo", declaró Aranda al diario de Prisa, mientras que Coixet confesó ni siquiera haber leído la orden.
La pregunta entonces es: ¿cuántos están realmente en contra de las ayudas?, y, ¿quienes son?, porque desde los promotores del manifiesto aseguran contar con el apoyo de personajes como Carlos Saura, Fernando Trueba, Luis Miñarro o Javier Fesser.

No todo son críticas

El cineasta Álex de la Iglesia, presidente de la Academia del Cine Española y autor de cintas como "Los crímenes de Oxford" o "Crimen Ferfepto", se ha posicionado a favor del la orden ministerial de la Ley del Cine en varias ocasiones. En su opinión, la necesidad de hacer industria del cine, aunque suene duro, es inminente y entiende que la nueva orden hará que "no queden películas sin estrenar". De la Iglesia no entiende porqué tanto rechazo a una ley, que para él no perjudica a los pequeños, sino que "contempla todas las alternativas al establecer una primera ayuda para los nuevos realizadores y filmes de bajo presupuesto y un gran bloque a filmes de presupuesto mediano, que son la mayoría". Por ello, el presidente de la Academia no entiende el porqué de tanto rechazo.

Y mientras el humo del debate flota en el ambiente, el manifiesto contra la orden, espera sobre la mesa del despacho de la Ministra de Cultura Ángeles González Sinde, donde empieza a cocinarse la idea de una posible reunión con los firmantes.